La vida y la carretera son lo mismo en algún punto de tu vida: si quieres ser feliz tienes que abandonarlo todo y buscando algo que no sabes que es. Dejando atrás lo que conoces o crees conocer, dejando gente... amores.
Las mañanas frías traen nostalgia, siento nostalgia de todas las veces que creí perder el amor y en si algún día lo encontraré.
La vida ha sido solitaria como esta carretera, con unos que otro pueblo a cuestas, con bares en una esquina, con besos bajo una señal de PARE... pero solitaria al final.
Con el tiempo uno empieza a aprender a vivir sin dejar de amar, sintiendo el latido del corazón y sabiendo que en algún lugar otro corazón late al mismo ritmo.... esperando que el camino se alargue lo suficiente para encontrarlo pero amando sin haber visto un rostro haber sentido un cuerpo.
