Es como si me dividiera en dos
entes dispares, contradictorios, independientes, uno que sabe de memoria su
trabajo, domina al máximo sus variantes y recovecos, que está seguro siempre de
dónde pisa, y otro soñados y febril, frustradamente apasionado, un tipo triste
que, sin embargo, tuvo, tiene y tendrá vocación de alegría, un distraído a
quien no le importa por donde corre la pluma ni que cosas escribe la tinta azul
que a los ocho meses quedará negra.
-Mario Benedetti "La tregua"-