23.9.12

Los sueños se vuelven pesadillas

Duermo durante dos o tres horas, y luego no es un sueño sino una pesadilla lo que se apodera de mi. Sé perfectamente que estoy acostado y duermo... lo comprendo y lo sé... y siento también que alguien se aproxima, me mira, me toca sube sobre la cama, se arrodilla sobre mi pecho y tomando mi cuello entre sus manos aprieta y aprieta... con todas sus fuerzas para estrangularme.
Trato de defenderme, impedido por esa impotencia atroz que nos paraliza en los sueños: quiero gritar y no puedo; trato de moverme y no puedo; con angustiosos esfuerzos y jadeante, trato de liberarme, de rechazar ese ser que me aplasta y me asfixia, ¡pero no puedo!
Y de pronto, me despierto en enloquecido y cubierto de sudor. Enciendo una bujía. Estoy solo. 
Después de esa crisis, que se repite todas las noches, duermo por fin tranquilamente hasta el amanecer. 
(Fragmento de El Horla de Guy de Maupassant)





Nunca pensé que este fragmento me iba a ir tan bien, siempre pensé que Maupasant y Lovecraft fueron mucho mas alienígenas que yo, pero me lo estoy replanteando. Voy a enloquecer más rápido de lo pensado si siguen estas pesadillas. Siempre la luna me iluminó mejor que el sol... hasta hoy. Si cierro los ojos, al abrirlos estoy menos viva.