No quiero recordar, más he vuelto a soñarte como queriéndote abrazar cada instante noche y día.
El cielo está violáceo, ese tono que precede a la incertidumbre, con esa luna que no alumbra pero tampoco opaca. Dos noches enteras sin poder dormir, llenas de pesadillas terminan aquí (espero que terminen aquí).
He podido formar la palabra, ahora se que TE QUIERO, ahora bien, falta descubrir que significan esas dos palabras. Una pequeñísima parte de mi quiere zanjar el asunto convenciéndose que se refieren 100% al sentido romántico, entonces todo se resumiría a suspiros y depresiones ahogadas en cajas de chocolates con canciones agonizantes de fondo y películas cursis...
Pero eso no pasara, lo sé. entonces queda decir que te quiero como a un objeto, que mi lado simplista no puede lidiar con la irrealidad de los sentimientos y prefiere ponerlos en un ser material como tú, ya que es más fácil lidiar con la materia.
Creo que aún estoy a tiempo de mandar al pozo séptico tanta tontería porque lo más probable es que todo termine igual, quemándome mis neuronas mientras intento explicarle el papel con la esperanza de que el me explique a mi que mismo pasa.
Detesto lidiar con los sentimientos, más aún cuando cada día descubro el material del que están hechos, míranos apenas te conozco, apenas me he asomado a la ventana de tu realidad y ya has logrado que olvide a ese otro ser que me puso de cara a los sentimientos.
Esta vez no voy a pretender ser la heroína de mi propia pesadilla, esta vez voy a hacer lo que siempre he querido convivir en paz con los sentimientos sin pararles bola.
Mañana viajo, pasado viajo y pretendo estarme yendo siempre, no porque huyo, sé que no puedo huir, sino con la esperanza de que algún día los sentimientos sean insignificantes ante la vida y ante el mundo.
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| PD: Tendremos que esperar a encontrarnos en el infierno |
