24.12.17

Navidad: el nacimiento de la tradición

Siempre me considere mas del lado del Grinch a la hora de hablar de la Navidad, saben. He pasado mis veinti-tantos años asociando la navidad a la religión y dado que no practico esta ultima la primer se me hacia totalmente ajena, no cabe duda que la religión es un aspecto importante de estas fechas pero ahora que estoy al otro lado de mi país me he dado cuenta que en realidad estas fechas vienen mucho mas arraigadas a la tradición y al aspecto cultural de los pueblos. 
Déjenme ponerles en contexto, estas ultimas semanas me he encontrado siendo parte de algo que yo solo había visto en las películas, la nieve, los adornos extremadamente cuidadosos de navidad, los papa noel por doquier, los arboles gigantes, bebidas y comidas de un invierno desconocido hasta hace poco por mi y por su puesto los paisajes y la arquitectura que solo este viejo continente puede tener. Curiosamente mientas mas he viajado y me he fascinado con todas estas postales tan novedosas para mi, mas me he encontrado añorando mis tierras; no podido dejar de rememorar mis navidades en mi país: las veces que tuve que participar casi obligada en los pases del niño de pastora, de virgen María, de ángel (por cierto esas alas que mi madre hizo las conservó por años), las fundas de caramelo que hasta en la universidad seguía recibiendo, los pesebres llenos de las cosas mas curiosas que uno puede ver en muchas ventanas del barrio, en fin todas las cosas que aquí no puedo encontrar.
A la final, aunque muy fascinada por esta navidad de película me he empezado a hartar y extrañar mis tradicionales navidades criollas. 

Así he descubierto (aunque hace días lo hubiera negado completamente) que tengo la tradición y la cultura de mi país bien metida en la sangre (mas probable en alguna parte de mi cerebro), es increíble verdad que tan lejos uno puedo reconocerse tan bien con sus raíces y sus costumbre, yo se que todo esto puedo llevarnos a eternas charlas y discusiones filosóficas-antropológicas hacer de costumbres, identidades, culturas y miles de cuestiones mas pero la conclusión y la realidad bien o mal es que extraño mi pueblo y sus particulares tradiciones.
Extraño a los míos y por supuesto el calor, pero el próximo año que este allá leeré este post y recordare que debo disfrutar muy a fondo lo que soy, así como hoy disfrutaré lo que me ha tocado conocer y vivir. 
Yo espero que ustedes pasen unas buenas fiestas, sea cual sea su tradición porque la felicidad de uno solo depende de uno. 

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