17.5.16

Pájaros sueltos



No eran las casualidades, al final de todo momentos casi perdidos lo que me atormentaba...era lo cotidiano que parecía cernirse como una bruma que lo tapaba todo, hasta las sombras mas oscuras. Esos rostros extraños que incansablemente se cruzaban, que olvidaba inmediatamente y cuyos mundos nunca llegaba a saber, esos mundos ajenos que giraban y giraban en una solitaria danza planetaria apenas rozando este... apenas... eso era. Me atormentaba el casi... los tantos tantos que casi llegaban a algo y la final terminaban en nada, se me había roto el corazón sin darme cuenta porque el lazo que alguna vez hubo (si es que lo hubo) ya no estaba, se había ido sin que yo me diera cuenta. No había dolido (o apenas si), seguramente fue una noche mientras yo dormía que se escapó o mientras me perdía en el humo del café de la tarde, tal vez estaba solo caminando cuando se fue todo.... no puedo saberlo, solo ese vacío que quedó cuando el corazón se rompió dejando escapar todo lo que contenía dentro... no había quedado herida, solo un vacío.
Y lo que había llenado ese vacío no desapareció... voló como una ave que se libera, todo estaba aun vivo en algún lado... pero no aquí. 
 

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