Todo se quedó en silencio...
No es la primera vez que escribo mi
nombre y lo veo como si no fuese
mío, tampoco es la primera vez que
siento este vacío que queda entre los dos mundos que vivo, entre las muchas
verdades que quiero creer y las muchas mentiras que intento sostener. Hace
mucho que perdí el deseo de sentirme parte un mundo normal, hace mucho que deje
de culpar a la engorrosa infancia… hace mucho que entendí que no tengo
pasado. Algo se ha perdido
definitivamente, porque los rostros de antes ya no son los mismos, lo que antes me causaba gracia apenas me
sacude…
Mientras intento lidiar con un feriado tan
hipócrita para mi donde nadie se pone de acuerdo en nada, donde ir a ver a la
familia es solo un pretexto sadomasoquista de mi parte; me pregunto a donde voy
con tanto fatalismo y depresión. Definitivamente la realidad es la peor droga
psicodélica.