2.1.13

Después del fin del mundo

Una especie de carroza de la muerte moderna 

Cerati dice en una canción que Poder decir adiós es crecer. Y hoy estoy más de acuerdo que nunca, y me pudre un poco tener que hablar del año que paso, pero por otro lado es inevitable, porque creo que es la primera vez que me pongo a analizar los días que pasaron.
Primero está ese drama del fin del mundo y ni un pinche cometa se estrelló en la tierra, ni siquiera hubo una pequeña erupción... nada. Luego todo el despliegue capitalista de navidad, ese día me pudre casi tanto como la gente, por suerte es solo un día pero que triste, la gente se mata trabajando todo el año para comprar miles de cosas que nadie necesita para decir que "celebraron navidad", y el jodido Papá Noel sigue sin traerme el vinilo de Death que quiero... en fin ese día se acaba y viene año nuevo, donde todos prometen cambiar totalmente y el primero de enero se despiertan con la misma resaca de siempre, recibiendo los mismos deseos hipócritas de "buen año" de siempre,  y sorprendentemente algunos siguen yendo a misa de las 8 como siempre. 
Y es que acaso yo soy un robot que no celebra nada? Nada de eso, estuvo el cumpleaños de mi hermana donde nos metimos pastel hasta reventar y año viejo claro, copas van copas vienen. Disfruté como todos los días, ni mas ni menos, porque que pereza vivir aburrido toda la vida esperando solo estos pequeños días de despreocupación y liberación. 
En fin, como dicen, cada quien cuida su ganado. Eso nos deja el infaltable tema de los propósitos  de años nuevo y ese lema de olvidar el pasado y hacer de este un año inolvidable. Como sabrán yo hace tiempo que deje de hacer promesas de año nuevo, porque la vida es tan frágil que quien sabe por donde me lleven los caminos del futuro, así que mejor vivir el presente. 
Pero soy humana (creo) y como el resto me es inevitable pensar y pensar en estas fechas, porque para nosotros parece ser imposible levantarnos un día de julio (por ejemplo) y decidir dejar atrás el pasado y encarar una nueva vida, no... nosotros tenemos que esperar esas fechas "especiales" para plantearnos un cambio. 
Y yo me pregunté ¿Qué tuvo de malo el 2012? Muchisiiiiiiiiiiiiiiiiiiiimo la verdad y si me pongo a pensar en eso capaz y no llego al 2013: convalecencia por mal de amores, darme cuenta que los amigos no siempre son para siempre y hay que aprovechar a las personas en este momento,  que la gente entra y sale de nuestras vidas algunos dejándonos heridas y lagrimas y malos recuerdos, que la vida cuando quiere patearte si que te patea. 
Pero como dije si solo me planteo lo malo... porque de lo malo aprendí mucho, a la mala pero aprendí, y están esos momentos inolvidables: todas la borracheras que sacaron lo mejor y lo peor de todos, eso viajes a dedo que nos llevaron por nuevos caminos, esa enlodada en el concierto de Ángeles del Infierno, cuando salió Dark Roots of Earth de Testament, los miles de libros que me devoré, toda la gente nueva y con cerebro (:O) que apareció en mi vida, cuando finalmente pude publicar mis relatos sin nombre en un libro de verdad, cuando mi hermana me regaló su mafalda.... y muchas cosas más.
Pero inevitablemente mi memoria se hizo para el olvido y en dos meses ya casi no recordaré nada, hay pequeñas cosas que no se olvidan pero la mayoría desaparece más rápido que el dinero, al menos las experiencias y sus enseñanzas nunca se olvidan. Así y este año uno no tropieza con la misma piedra.
¿Mi propósito de año nuevo? recordar que el pasado ya murió, que el futuro es un mito, y que solo queda vivir a lo loco el presente. :)
Y ha tomarse ciertas cosas en broma y no tan a pecho. Y la verdad aunque sigo siendo la misma misántropa de siempre, no puedo evitar desear a quienes me leen no un buen año, sino una buena vida, que cada día sea mejor que el anterior. 
Y dejen de ser pendejos