Iré a verte en el cementerio con una flor y un perro y en silencio cantaré aquel refrán que dice: que bonito es un entierro.... que bonito es un entierro.
-Cuándo te despiertas y no lo encuentras a tu lado, lo extrañas?
-No sé si es eso lo que extraño, es la diferencia entre extrañar su calor.... o aborrecer el frío...
Ayer fui nuevamente a tu tumba, por primera vez estaba cerrada y tenia lápida. Me hace feliz saberte muerto al fin... aunque mi vida esté de luto, y la nostalgia reine en las noches.
Se necesitaba tiempo para que mueras un poco y yo nazca enseguida.
Ahora has muerto.
Pero la tumba está ahí.
¿cuántas veces iré a rondar en nuestro cementerio antes de olvidarme que existe?
¿Cuántas veces te seguiré sintiendo?
