Amar verdaderamente algo es querer morir por ello. O vivir sólo en ello, que es lo mismo. Subir y nunca tener que bajar.
Parecía que nunca iba a terminar este libro, entre las 20 mil rocas que tengo que reconocer, los exámenes que ya se vienen, el mal de amores, uffff!!!! pero un buen libro es un buen libro y no hay mejor forma de perderse que leyendo uno. Me dio por leer este libro porque lleva la palabra volcán en su titulo y no hay nada que ame más que un volcán (tal vez escribir).
Me sumergi completamente en la vida del viejo coleccionista que se enamora del Vesubio todo esto con la segunda mitad del siglo XVIII como telón, la época de Goethe, María Antonieta y el timpo de la revolucion francesa.
Se mezcla los grandes acontecimientos, la vida rutinaria, los amores y un volcán que espera pacientemente el momento de despertar.
Me gustó mucho y me atrapó. Así que si quieren irse a las faldas del Vesubio, empiecen a devorar las letras de este libro.
