19.9.09

Maldita Lluvia


Maldita lluvia que caía en verano con ese chapoteo desesperante y cada vez más tumultos.
Maldita lluvia que había decidido caer a pesar de que estábamos en verano y los noticieros no anunciaban lluvia hasta dentro de un mes.
Maldita lluvia que había decidido caer justo aquel día.
Maldita lluvia que me mantenía varada en ese hotel de paso sin nada más que hacer que fumarme un cigarrillo y mirar a la ventana mirando el celular cada 5 minutos y preguntándome cuando volverá la señal.
Estuve 1, 2, 3 horas frente a la ventana fumando un cigarrillo tras otro hasta que el paisaje cada vez más lluvioso y el sonido de las gotas al tocar tierra, me parecieron cada vez más monótonos.
Empezaba a embriagarme con el sopor del sueño y mis ideas empezaban a hacerse menos claras y desaparecer como el humo del cigarrillo, así que decidí salir a tomar aire impregnado de esa maldita lluvia.
Me senté en porche de una puerta de metal desvencijado que lucía un llamativo letrero que decía “HOTEL” con letras fluorescentes y encendí otro cigarrillo preguntándome como haría cuando se me acabara la caja, si en ese hotel no había nada más que una máquina expendedora de alimentos caducados y mi auto estaba estacionado junto a un charco inmenso de lodo y apenas era visible entre tanta lluvia.
-¿Me permites fuego?-pregunto una voz aguda tras mío.
Ni siquiera mire al hombre que me había dirigido la palabra y me limite a alargarle mi encendedor; mis instintos se pusieron en alerta… de seguro adentro había fuego, al menos cerrillas… debía ser algún aburrido idiota que no encontraba más que hacer que seducir a la mujer solitaria que a la 1 de la madrugada se sentaba a fugar apenas cubierta de la lluvia.
Escuche el ruido del cigarrillo al encenderse y el “gracias” que murmuro el hombre extendiéndome el encendedor.
Lo cogí sin mirarlo y el se sentó junto a mí.
Pasaron varios minutos, la lluvia seguía igual… gota, gota, gota… me preguntaba en qué momento comenzaría el hombre con su ritual de seducción, en qué momento me diría que tenía unas lindas piernas o que mis ojos eran preciosos o… no dijo nada y sin poder evitarlo voltee a mirarlo.
Lo mire y estudie durante un momento hasta que percatándose de mi mirada volteo a verme con un par de ojos verdes que a pesar de estar ocultos tras unas gafas resaltaban sobre la tez pálida de su dueño que en conjunto llevaba un jersey verde y un cabello rubio algo enmarañado que le daba un aspecto de universitario.
No pregunto el porqué de mi mirada y siguió fumando su cigarrillo.
-Terrible la lluvia-comente sin aguantar más el silencio.
-No en realidad-se limito a decir con la voz aguda que había esperado volver a oír.
-¿No?-pregunte sin evitar contenerme.
-No… -contesto mirando su cigarrillo-Si no fuera por la lluvia estaría metido en casa de mi suegra y rodeado por parientes que me preguntan si sigo siendo el mismo fracasado de siempre.
¿Suegra? ¡Alerta! ¡Es casado!
-¿Si sigues siendo?-pregunte tuteándolo.
-Nunca he sido uno…-se limito a contestar.
¡No claro que no!
-Yo pienso que es terrible que llueva-dije sin que me lo hubiese preguntado- Tengo una entrevista de trabajo a las 8 y si sigue esto así… con la carretera cerrada por lluvia no llegare a tiempo.
-Tal vez sea lo mejor…
-En lo absoluto… si consigo ese trabajo, abra valido la pena sacar mi licenciatura en leyes y estaré ganando cuatro veces más que ahora…
-tal vez sea mejor que no consigas ese trabajo…
-No, conseguir el trabajo sería un éxito increíble.
-Ya veo…-sonrió.
-¿Qué?-pregunte.
-Creo que mi suegra tiene razón y debo ser un fracasado porque todos parecen creer que el éxito se mide en dólares… y en la seguridad de hacerlo todo con un fin…
-Debes ser uno si no piensas así…
-No podría pensar así nunca aunque quisiera… porque hago lo que me gusta desde hace años por el simple hecho de que me gusta y nada más.
-A ti puede gustarte pero a otros no. Como a tu suegra… pero si te molesta tanto que te lo digan no deberías ir a esa reunión nunca…
-lo hago por ver a mi hijo…. Y eso vale la pena…
Hijo…mmmm….
-Y tu esposa supongo….
-No me divorcie hace un año.
¡Y él decía que no era un fracasado!
-Suerte que nunca he creído enamorarme-comente.
-¿Por qué?-pregunto con una media sonrisa.
-Todas las relaciones terminan igual…
-Puede que sí pero a mí me parece mucho peor nunca haber amado… ni sentido nada igual… aunque a la final termines dándote cuenta que no es más que una pasión… al menos sabes que estás vivo y aun puedes sentir…
Asentí sin saber que decir..
.
Otro momento de silencio.
-¿A qué te dedicas?-pregunte.
-Soy escritor-contesto tranquilamente.
Nos miramos durante un largo rato. 

-Tal vez sea mejor no conseguir ese trabajo-murmuré acercándome suavemente a esos ojos verdes.
-¡Señorita!-salió gritando el encargado de la recepción-Ya se ha reabierto la carretera…
-¿Por qué?-pregunte de forma abrupta.
-La lluvia esta cesando-me dijo mirándome como si quisiera tomarle el pelo.
Mire a mi alrededor… cierto, apenas y caían unas suaves gotas. El aguacero había cesado y ahora no era más que una leve llovizna.
-Si…-contesté-¿Pero como sabe que se reabrió la carretera?
-Usted me pidió que averiguara-dijo mirándome como si estuviera loca.
-Oh… si cierto…
-Debería darse prisa-me recomendó-Si sale ahorita… llegara a más tardar a las 7 a la ciudad…
Lo dijo en tono alegre que me dio la impresión de que se alegraba que ya se fuera la huésped que se había quejado a voces de que no había comida… había exigido que volviera la señal de su celular y había peleado con el jefe de policía por teléfono para que reabriera la carretera, despertando a medio pueblo con sus gritos.
-O tal vez no-murmuró él con su voz aguda aun sentado tranquilamente a mi lado.
Me puse de pie y subí a la habitación, recogí mi bolsa y baje preguntándome si podría reprogramar la entrevista o en el peor (¿O mejor?) de los casos conseguir otro trabajo, ya estaba planeando una excusa para explicar que mi entrevista había sido cancelada cuando llegue al porche y me pare en seco al comprobar que no había nadie excepto un empleado del hotel que sacaba la basura.
-¿Se va?-pregunto sonriente-Espero que tenga buen via…
-¿Dónde está?-pregunte.
-¿Quién?
-El hombre que estaba conmigo.
-Oh… se fue a dormir.
-¿A dormir?-dijo mirando todas las habitaciones del lugar… ¿en cual estará?
-Sí, es un hombre simpático, ¿sabe?, pensé que quería irse él también ahora que no hay lluvia pero me parece que estaba cansado… pero me dijo que le deseara buen viaje y le dijera que tenía suerte de que haya dejado de llover y debo decir que tiene razón porque parecía que el cielo se iba a caer pero mire usted que ha dejado de llover. Esta usted en un día de suerte.
Asentí algo aturdida mirando a mí alrededor, buscando… buscándolo.
Quise regresar y volver a pedir mi habitación pero me dirigí a mi coche.
¿Suerte de que la lluvia haya parado? ¡Sí, claro!
-¡Maldita lluvia!-masculle poniendo el coche en marcha.