15.5.14

Inmovilizada


Nada se detiene, nunca.


Puedes sentir el césped creciendo bajo tus pies.

El viento sigue tu rumbo a tu alrededor.
Las hojas siguen enverdeciendo.
Nadie se detiene ante un semáforo en verde.
Los edificios, los letreros, los monumentos siguen perdiendo el color, agrietándose, envejeciendo.
Tu piel cambia de color conforme el sol y las nubes se mueven sobre ti.
La sangre no deja de moverse en tus venas.
Las fibras de tu cuerpo cambian... siéntelas.
Las palabras también van cambiando, perdiendo sentido, renovándose.
Y tú.... esperas.
Te has inmovilizado.