Lo interesante de encontrarte fue entender que todo seguía igual, q a pesar de todo el tiempo que paso yo seguía sintiendo lo mismo.
-¿Entramos?-preguntaste.
Yo me quede ahí parada mirándote e intentando decir algo.
-Tranquila-te acercaste-Yo sé que no puedo entrar. Solo quería decir hola. HOLA.
-¿Qué haces aquí?-pregunté temblando.
-Eres de efecto retardado a veces. Quería saludar y ya me voy.
Seguí en silencio…. ¿Solo “hola”?
-La verdad no tengo tiempo. Nos vemos el lunes… esta es mi dirección.
Me alcanzaste un papel y dudando como siempre que estaba contigo, lo tome.
-Adiós-te alejaste y antes de desaparecer dijiste-: Te espero a las 9 de la mañana.
TE ODIE y ME ODIE porque volvías a hacerme lo mismo, volvías a dejarme ahí, tiesa, inmóvil mirándote volar lejos de mi sin poder seguirte.
Era viernes y tu habías dicho “ nos vemos el lunes…” y sabia muy bien porque habías pospuesto tanto el encuentro. Lo habías hecho porque gozabas sabiendo lo que ocurriría porque aunque no estabas ahí, sabias. Sabias que aquella noche no dormiría que al día siguiente intentaría seguir la rutina pero terminaría suspirando frente a esta hoja de papel, me despertaría en medio de la noche pensando en ti… al día siguiente solo pensaría en que faltan horas para verte y esa noche ni siquiera intentaría dormir, simplemente me sentaría a esperar que el día llegue.
Gozabas sabiendo que desde el momento en que te ponías en frente mio, mi voluntad, mis pensamientos y cada latido de mi corazón tenia tu nombre.
