7.5.10

Un Día




Hace un par de días tuve un día bastante extraño que hoy al recordarlo me siento como penetrando en una bruma… en un muy brumosos recuerdo.
Había bebido la noche anterior con varios conocidos como todos los viernes, 3 botellas de vodka, 6 cervezas… tal vez algo de tequila… entonces perdía la conciencia y lo único que recuerdo es despertarme en aquel día, debió haber sido sábado, una sábado claro y despejado que sin embargo lo recuerdo brumosos y gris… tal vez a causa de mi muy brumosa memoria.
Debí haberme quedado en casa, durmiendo para curar la resaca… pero tal vez el licor ya ha pasado a formar parte de mi sangre porque no sentí resaca alguna… y decidí salir a caminar.
¡Con lo que odio caminar! Siempre es lo mismo, gente, gente, gente por todos lados… todo parece un circo de gente que va y viene, gente que cuando se ocultan roban, violan, se masturban, hacen el amor, lloran, se drogan, beben… pero en la calle solo están ahí… formando parte del circo…
Pero camine entre ese circo, como quien camina entre una brumosa cortina de bruma… entonces la vi, a ella, a la que había alimentado mis pensamientos durante tanto tiempo… por la que me levantaba todos los días, a quien esperaba ver todos los días y que un día extraño, aunque no tanto como aquel, simplemente ya no apareció más en mis pensamientos.
Sonreí pensando en lo efímeros que son algunos… o la mayoría de los sentimientos.
Y seguí caminando rumbo al trabajo, pero recordé que aquel día debía ser sábado, entonces no debía ir a trabajar. Di media vuelta y me encontré con una madre sonrosada que llevaba de la mano a dos niñas igual de sonrosadas.
Y entonces pensé en todas las veces que había pensado en tener una niña, pensaba que debía ser una niña sonrosada como aquellas, con unos ojos grandes y unos bucles de oro… le enseñaría a caminas, le enseñaría a ir al baño, a comer, le enseñaría a conocer a la gente, le enseñaría a vivir y de paso aprendería yo.
-¿el periódico, señor?-m e pregunto un señor de bigote marchito al que siempre le compraba el periódico pero siempre me trataba como si no me conociera.
“No gracias” dije, no tenia animo de leer las mismas cosas de siempre, guerras, incendios, robos, insultos entre partidos políticos, el último escándalo sexual de algún cantante, los goles del equipo de turno…
Nada de eso me servía… si fuese algo como las cosas que están próximas a dañarse en casa, entonces sería útil porque podría arreglar la ducha antes de que caiga aserrín cuando me este bañando en lugar de agua… cosas útiles, que difíciles son de encontrar en esta vida, y menos en el periódico.
Seguí caminando. Pensé en ir a la casa de Román pero debía ser sábado y los sábados Román juega al futbol y esa es una actividad de la que me excluyo… de hecho me excluyo de todo, me reúno con mis conocidos solo para beber y hablar de lo mal que nos pagan en el trabajo…
Seguí caminando, y pensé en lo absurda de la situación… para algún otro ser pensante yo debía ser otro más de los que caminan aparentando “normalidad” como si esa palabra en verdad tuviese significado.
Entonces solo me quedaba volver a casa a dormir… recuerdo que entre sin llave… no me alarme… aunque pensé que seguramente ya me había visitado un amigo de lo ajeno… en fin…
Eso sí, me lleve un susto cuando vi un bulto fofo, gordo y sucio tirado en el suelo desangrándose… era yo… mi yo en decadencia. ¿Ahora comprendes mi dilema?
-Algo-me dijo la nube sobre la que estaba descansando-Pero podrías explicarte mejor…
-Es que no tiene logia…. ¿Cómo es que sucedió? ¿Cómo pude aguantar tanto en ese lugar?
-Como todos los que viven allá abajo-dijo la nube mirando hacia la tierra…
-Pero no tiene sentido…
-Bueno, ahora entiendo tu problema-dijo la nube quitándose una gota como quien se quita una basura del hombro-Y es que te diste cuenta muy tarde que estabas en un lugar al que no pediste ir, ocupando un cuerpo que no querías ocupar… pasa amigo…. A veces pasa…